Me encanta disfrazarme, por mi viviría las 24 horas del día disfrazado, pero como no puede ser, pues disfruto del teatro y la actuación. Y precisamente por eso, desde niño, el pequeño J.L comprendió que, “la vida es una obra de teatro, que no permite ensayos...Por eso, siempre canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de su vida... antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos”. (Chaplin)
Lo peligroso de este juego, el de vivir disfrazado, el de las apariencias, el de los secretos y el de las mentiras, es que muchos naufragan en él. Y sobreviene la gran pregunta: “¿Y yo quién soy en realidad?”.
Este gran vacío, este fracaso, este desencuentro con uno mismo, puede deberse tanto al olvido de la propia identidad personal, como al desconcierto y el temor que nos asola ante las situaciones complicadas ó simplemente nuevas para nosotros.
Así, somos nosotros mismos los que vamos modelando nuestra manera de ser, en función de lo que los demás esperan de nosotros, hasta al final tener definida una constancia a la hora de actuar.
Pero la clave es no quedarse atascado, evolucionar con el tiempo, tener carácter dinámico, no ser el mismo que hace un año, hace un par de semanas ó incluso hace 5 minutos (después de leer este texto por ejemplo), conseguir que nuestra maleta, la que nos acompaña a lo largo del camino de la vida, se vaya llenando de experiencias, sentimientos, superaciones, de historias legendarias, protagonizadas en definitiva por personas, y una vez llegado al final del camino, ver esa maleta como nuestro gran y exclusivo tesoro.
Las personas somos como las naranjas (Aunque siempre te puedes encontrar con algún limón), y de todas podemos sacar un buen zumo, en menor o mayor cantidad. Lo único que pretendía con estas historias y anécdotas que me han ido pasando a lo largo de mi vida, es endulzaros la vuestra y sacaros una sonrisa.
A mi me ha servido, para crecer y conocerme a mí mismo, a cada uno de vosotros os aportara algo. Y sin más me despido, pues el pequeño J.L. se ha convertido en un “adulto”, y sus pequeñas travesuras quedaran para el recuerdo.
EL TOP 3 DE LAS HISTORIAS FAVORITAS DE LOS LECTORES:
"La venganza se sirve en un bote de Champú"
"La historia de la Punta"
"El perfume"
¡Sed Buenos!